Eso es Kairós: los instantes y recuerdos que cimientan nuestra historia, los instantes sobre los que se erige el primer poemario de Alicia Párraga, quien consigue lo que debe ser una de las metas de la literatura, esto es, hablar de todos nosotros sin hacerlo, hablando desde un yo.
Alicia conoce la sabiduría de los antiguos griegos y acierta de pleno al nombrar así al poemario. En estas páginas están esos pliegues en el tiempo en los que aparece Kairós, esos momentos que no sabemos lo que duran y que poseen una importancia especial, que cambian lo que somos y lo que seremos.
María Marín.
Alicia Párraga, «aprendiz de Pigmalión»”, nos entrega una poesía fresca que nos invita a innovar en el fondo gracias a un conocimiento profundo del mundo clásico, donde Dioniso, Edipo o Sófocles hacen malabares “en plena ola de calor”.
Gregorio Muelas Bermúdez
http://labibliotecadegregorovius.blogspot.com/2020/03/kairos-alicia-parraga.html
La crítica social y el erotismo están patentes entre los versos que componen el poemario e invitan a la pausa entre el ajetreo y a disfrutar del goce sensorial que nos ofrece la relación con el otro: «Me declaro adicta a los gramos de canela/ que salpican la geografía de su cuerpo». Estamos inmersos en un mundo que nos empuja violentamente a la producción, a la eficiencia y a la materialidad de las cosas; y en medio de ese mundo, Párraga propone volver a admirar a nuestros héroes terrenales, a las personas que nos rodean y nos hacen ser quienes somos.
Carmela Morales
Un feliz tributo a la infancia, paseos por el mar, reflexiones sobre la dureza de los domingos y el reflejo de la lucha de clases son algunos de los temas de este poemario en el que la escritora muestra un mundo, a veces cruel y peligroso, que nos pone constantemente sobre la cuerda floja, lleno de miedos e incertidumbre.
(Natalia de Benito, diario La Verdad de Murcia)
Alicia Párraga despliega también una paleta de sensaciones que añade sensualidad y resta doctrina filosófica: “Me declaro adicta a los granos de canela / que salpican la geografía de su cuerpo. /Asumo mis vicios” (Adicciones); “Bares y bibliotecas son los templos / donde acuden religiosamente / quienes apostatan de la cruda realidad” (Templos); “Ni siquiera una fugaz orquídea / brota en el suspiro del aire” (Grito estéril). Y, sobre todo, en los afectos, en la conexión y la desconexión, el encuentro y la despedida: “La incertidumbre de cómo y cuándo / me devolverá el tiempo a la persona que, con su adiós, / se lleva una pieza del puzle, / –cada vez más incompleta / que soy” (Despedida).
Javier Gallego Dueñas
http://profundamensuperficial.blogspot.com/2020/03/resena-de-alicia-parraga-kairos-boria.html
Los recuerdos desde la segunda juventud se mezclan incesantemente con los hilos fatídicos del destino, esos que cosen nuestro pasado, presente y futuro. En esos intersticios temporales, Alicia Párraga juega con la mitología, de la que es conocedora, examina lo más cruel de la sociedad y encuentra el refugio en sí misma, pues el amor nos libra temporalmente de la pena, pero no nos exime de sentir la más profunda soledad.
Anabel Úbeda
Usando a menudo un humor clásico, en el sentido estrictamente grecolatino de la palabra, Kairós también roza por momentos la mística amorosa y escancia el líquido virulento de la ausencia. Insisto en lo de “por momentos”, ya que lo que domina en el libro es la convicción de fundamentar el placer: «No busco desintoxicación. / Asumo mis vicios». También veo mucho estoicismo en el temple de Alicia Párraga, en la manera de encarar su poética, que tiene mucho de gata sabia y entereza de leona. Aquí parece que a Epicuro le hubiese dado por brindar con Séneca en copa colmada de la mejor sangre de Dioniso.
Juan de Dios García
https://juandediosgarcia-literatura.blogspot.com/2020/09/leido-kairos-de-alicia-parraga.html
Se pueden leer fragmentos de la obra en los siguientes enlaces:
http://hankover.blogspot.com/2020/02/kairos-alicia-parraga.html
https://elcoloquiodelosperros.weebly.com/poesiacutea/alicia-parraga
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